El dulce que le robó el éxito a un gorila

La segunda jornada de los 3 DMM arrancó con el caso de éxito de San Roque.  Mariella Hague, asesora comercial de esta empresa, rescató la importancia que tiene el diálogo y la comunicación para crear una relación entre la empresa y los clientes.

¿Quién no conoce el tradicional dulce lambayecano llamado King Kong? Dudo que alguno. ¿Cuántos han sido seducidos por aquella gruesa galleta rellena de manjar blanco? Seguro que muchos. La responsable de esto es San Roque, una empresa que, en los casi 100 años de existencia y trabajo, ha puesto el nombre de su departamento ante los ojos del Perú y del mundo.

El éxito de esta empresa se inició allá por los años 20 del siglo pasado, cuando Victoria Mejía de García, una reconocida dama lambayecana, empezó a preparar unos dulces para regalar a los menos favorecidos de su sociedad.

El nombre de la ya posicionada marca proviene de la ubicación de su primer local, hoy la calle Dos de Mayo. Fueron sus primeros consumidores quienes bautizaron a este alfajor de gran tamaño y de diversos sabores como King Kong, en alusión al famoso gorila que por ese entonces invadía la pantalla grande.

Mariella Hague destacó que mantener la comunicación con el cliente es una tarea muy importante que hoy no debe dejarse de lado en cualquier organización. El éxito de San Roque, aseguró, se debe al continuo diálogo en un mismo idioma para crear una relación y fidelizar al cliente.

“Comunicar es decir lo que se quiere vender, dialogar es compartir con el cliente. Un servicio vende, las relaciones generan sentimientos. La empresa y el consumidor deben hablar el mismo idioma… Estas son algunas máximas que toda empresa que quiere triunfar no debe olvidar”, explicó.

Mariella Hague finalizó la ponencia presentando algunas piezas gráficas que se utilizaron para renovar la imagen de San Roque y lanzarla al mercado internacional.

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